Comencé mi trayectoria en el mundo del motor realizando tareas como desmontador de vehículos, lo que me permitió conocer a fondo cada pieza y comprender la importancia de la precisión en cada trabajo. Con el tiempo, fui perfeccionando mis habilidades y adquiriendo nuevos conocimientos hasta especializarme en la técnica del varillero. Hoy, después de años de experiencia y dedicación, me defino como un experto en la reparación artesanal de abolladuras sin pintura, capaz de devolver a cada carrocería su forma original y una apariencia